SUCEDIÓ UN 17 DE JUNIO… 

En Argentina, la memoria del General Martín Miguel de Güemes se celebra cada 17 de junio, fecha en la que falleció en 1821. Ese día fue declarado el Día Nacional de la Libertad Latinoamericana, en homenaje a su lucha por la independencia y su defensa del norte argentino. Cuando el 17 de junio cae en martes o miércoles, como ocurre en 2025, el feriado se traslada al lunes anterior para formar un fin de semana largo. Por eso, este año se conmemora el lunes 16 de junio. Su historia está llena de coraje y estrategia. Martín Miguel de Güemes fue un líder clave en la defensa del norte argentino durante las guerras de independencia. Su estrategia, conocida como la Guerra Gaucha, consistió en el uso de milicias populares para frenar los avances del ejército realista desde el Alto Perú (actual Bolivia). Su resistencia permitió que San Martín pudiera avanzar con su campaña libertadora sin la amenaza de una invasión desde el norte.

En su proceder en el Alto Perú, Güemes, organizó una defensa basada en la participación de los gauchos, quienes conocían el terreno y podían realizar ataques rápidos y efectivos. Su liderazgo no solo fue militar, sino también social: promovió medidas para proteger a los sectores más vulnerables y garantizar la autonomía de Salta frente a las amenazas externas. El Documento de Aparecida (2007), elaborado por el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño), enfatiza la importancia de la opción preferencial por los pobres, la defensa de la dignidad humana y la identidad cultural de los pueblos latinoamericanos. Güemes encarna estos principios en su lucha, ya que: • Defendió la autonomía de los pueblos del norte, evitando que fueran sometidos nuevamente por el dominio español. • Involucró a los sectores populares en la lucha por la independencia, dándoles un rol activo en la construcción de una nueva nación. • Promovió la justicia social, asegurando que los recursos y la defensa, no quedaran sólo en manos de las élites. Su legado resuena con la visión del CELAM, sobre la construcción de sociedades más justas y solidarias, donde la participación comunitaria es clave para el desarrollo.

Reflexiones a la luz de la fe                                                                                                                                                                                                            Por Andrea Artal