Narra el santo Evangelio (Lc. 9, Mc. 6, Mt. 10) que unas semanas
antes de su Pasión y Muerte, subió Jesús a un monte a orar, llevando consigo a
sus tres discípulos predilectos, Pedro, Santiago y Juan. Y mientras oraba, su
cuerpo se transfiguró. Sus vestidos se volvieron más blancos que la nieve, y su
rostro más resplandeciente que el sol. Y se aparecieron Moisés y Elías y
hablaban con Él acerca de lo que le iba a suceder próximamente en Jerusalén.
Pedro, muy emocionado exclamó: -Señor,
si te parece, hacemos aquí tres campamentos, uno para Ti, otro para Moisés y
otro para Elías.
Pero en seguida los envolvió una nube y
se oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo muy amado,
escuchadlo".