PLEGARIA EUCARÍSTICA
Señor, que en el Corazón de María,
mi alma se haga alabanza.
Señor, que en la fe de tu Madre,
se despierte mi esperanza.
Señor, que en tu amigo San Juan,
recline sobre tu pecho mi cabeza.
Señor, que en Juan, discípulo fiel,
reciba el raudal de tu Sangre.
Señor, que en las manos de Tomás,
me lleves a tocar tus llagas.
Señor, en los ojos de Tomás,
enfrenta mi esquiva mirada.
Quiero decirte con la Virgen:
"Hágase en mí tu Palabra".
Quiero decirte con Juan:
"Eres el amor de mi alma".
Quiero decirte con Tomás:
"Señor mío y Dios mío".
Simplemente creo...
que eres el amigo de mis días
que eres el Dios que me ama
que eres alimento del alma
que eres Amor que se ofrece
que eres la Sangre que salva.
Que con los peregrinos de Emaus,
te invite a la intimidad de mi casa:
"Quédate con nosotros, Jesús,
que ya cae la tarde rauda.
Quédate con nosotros, Cristo,
Que sin ti, ¿qué puede hacer el alma?".
Mons. Dante Bernacki