Orgullosamente, es el héroe máximo de nuestra
patria, reconocido en el mundo por su grandeza, templanza y humildad; la
libertad de América, su gran ambición.
José de San Martín, el gran estratega. Renunció a
la gloria y envainó dignamente su corvo, que nunca fue usado para avasallar
naciones. La posteridad, a quien San Martín confiaba el juicio de su vida y de
sus acciones, lo proclama, como ha expresado el autor peruano Mariano Felipe
Paz Soldán: "El más grande de los héroes, el más virtuoso de los hombres
públicos, el más desinteresado patriota, el más humilde en su grandeza, y a
quien el Perú, Chile y las Provincias Argentinas le deben su vida y su ser
político".