Un día como hoy
la historia de la humanidad cambió cuando María dio su “Sí” valiente a Dios,
concibiendo desde aquel momento a Jesús y convirtiéndose en protectora del Niño
que un día nacería y salvaría con amor al mundo.
En este día
pedimos a la Madre Amorosa por el fin de las guerras en el mundo; de manera
particular por las naciones de Rusia y Ucrania, las cuales hoy serán
consagradas al Corazón Inmaculado de María, por el Papa Francisco, en la
Basílica de San Pedro, en Roma.