En aquel lejano momento de la historia de Chiávari, cuando el pueblo era azotado por una peste, Dios iluminó e impulsó a Gianelli a realizar una procesión penitencial con las imágenes de nuestra Madre, la Virgen del Huerto, y el Cristo Negro.
Todo el pueblo de Chiávari se sumó a la procesión y Dios en su infinita misericordia le regaló la Gracia de que la peste desaparezca.
Pidamos a Gianelli que interceda por nosotros en este momento de pandemia.