Breve reseña:
Fue el primer Papa de la historia contemporánea que provenía
de la clase campesina y su formación fue exclusivamente pastoral: no tuvo
ningún compromiso en la Curia ni en la actividad diplomática de la Santa Sede.
Nacido en 1835, era el segundo de diez hijos. A la muerte de su padre, habría
podido tomar su puesto de trabajo en el Municipio – tenía 17 años – pero su
madre lo ayudó a seguir su vocación, trabajando ella, día y noche, “para ir
tirando”. Un amor y una firmeza que no debe haber olvidado José Sarto. Amaba
estudiar, gozaba de óptima salud, era afable y tenaz, y su vida rica de obras
de caridad. Fue capellán, párroco, director espiritual del Seminario, después
Obispo de Mantua, Patriarca de Venecia y, en fin, elegido Papa. Su primer acto
fue el de abolir el “veto laical”, una especie de derecho alegado por algunas
monarquías europeas, con la Constitución Commissum Nobis.