Cada 11 de octubre, la Iglesia celebra al Papa San
Juan XXIII, hombre excepcional, una de
las figuras más importantes del siglo XX y símbolo de una Iglesia que sale al
encuentro del hombre moderno para recordarle que Dios, desde la eternidad, lo
sigue invitando a compartir su vida, a alcanzar la plenitud y dar frutos de
santidad.
El
"Papa Bueno", como solía llamársele a Juan XXIII, dio el impulso
necesario para que la Iglesia se renueve y pueda alzar su voz con mayor
claridad en medio de un mundo que se construye cada vez más a espaldas de Dios.