El 27 de septiembre de 1990 se sancionó la Ley N°
23.849 que puso en vigencia la
Convención sobre los Derechos del Niño, creada por la Organización de las
Naciones Unidas y estableció el compromiso del Estado de protección integral de
derechos de la niñez y la adolescencia en nuestro país.
El Estado se comprometió a atender al interés superior
del niño, siendo el garante de los derechos a la salud, a la familia, a la
educación, a la participación y a la identidad de niñas, niños y adolescentes.
La incorporación de la Convención enfatizó el
reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes como sujetos plenos de derechos y garantías,
mediante la consolidación de sus cuatro principios generales: el derecho a ser
oído, a la no discriminación, a la vida y el desarrollo, y la consideración
primordial del interés superior del
niño.