El
origen de la imagen se vincula con la visión que Sor Faustina tuvo en Plock, el
22 de febrero de 1931 y durante la cual Cristo le expresó su voluntad de que
pintara tal imagen y pusiera abajo la siguiente inscripción: Jesús, en vos confío.
La
imagen presenta, pues, la inmensa misericordia de Dios que fue revelada
plenamente en el misterio Pascual de Cristo y que se realiza en la Iglesia con
mayor plenitud a través de los sacramentos. La imagen ha de desempeñar el papel
de un recipiente para recoger gracias y de una señal que ha de recordar a los
fieles la necesidad de confiar en Dios y de ejercer misericordia hacia el
prójimo. De la actitud de confianza hablan las palabras puestas en la parte de
abajo de la imagen: Jesús, en vos confío.