Este
mes, del 7 de noviembre al 8 de diciembre, se lo dedicamos a la más delicada de
todas las creaturas de Dios: la Santísima Virgen María, alma delicada que
ofreció su vida al cuidado y servicio de Jesucristo, nuestro Redentor. Honremos
a nuestra Madre Celestial con nuestro amor y ofreciendo nuestra oración con el
rezo del Santo Rosario.