“Vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur y se
sentarán a la mesa en el banquete del Reino de Dios. Hay algunos que son
los últimos y serán los primeros y hay otros que son los primeros y serán los
últimos”.
Evangelio de Lucas 13,29-30
En nuestro camino comunitario de preparación al XI Sínodo Arquidiocesano sugerimos que cada
comunidad pueda realizar, en clave de salida, una o varias Mesas de Encuentro y Escucha para dialogar con
diversos integrantes según sean los actores sociales, los sectores representativos y los diversos colectivos de
su propio contexto.
Este Instrumento 2 es una guía para quien coordine la “Mesa”, una orientación a modo de lineamientos,
orientaciones y sugerencias que no tienen que ser necesariamente leídas y transmitidas textual y literalmente
a los integrantes de la Mesa sino que deben ser adaptadas para cada circunstancia de encuentro.
1. Mesas de Encuentro y Escucha. Fundamentación
El rostro humano de la misericordia de Dios que siempre debe reflejar la Iglesia se traduce, en nuestro
camino de preparación del XI Sínodo de la Arquidiócesis, en una salida hacia el encuentro de todos, los que
pertenecen a la comunidad y los que están invitados a formar parte.
El caminar juntos requiere, de nuestra parte, un reconocimiento cordial de los otros y una disposición
para el encuentro y la escucha. Todos tenemos algo que decir y que aportar.
Es preciso salir y caminar con otros. Tenemos también que sentarnos todos juntos a escuchar y a
conversar. Es por eso que deseamos que cada comunidad, como un gesto en este tiempo de preparación
espiritual y pastoral para el próximo Sínodo, realice su propia Mesa de Encuentro y Escucha convocando a
todos, especial y preferentemente a los públicos diversos que conforman nuestro contexto cultural sean que
compartan la fe o no, o profesen otras confesiones o no posean ninguna. Es preciso dar cabida a todos
quienes no siempre se sienten convocados a dar su palabra. Todos tenemos algo que ofrecer a los demás.
La mesa tiene una carga simbólica muy fuerte entre las metáforas humanas y también es una imagen muy
rica en la Biblia. Nos habla de encuentro, de fiesta, de celebración, de reconciliación, de apertura, comunión
con los otros.
Estas Mesas de Encuentro y Escucha son la manifestación sinodal de una comunidad que desea escuchar
a todos y tomar en serio sus aportes. Nos interesa contemplar la realidad y sus desafíos junto a todos
Sabemos que el Evangelio es un tesoro que humaniza. Tenemos necesidad de abrirnos a la novedad que
el Espíritu está suscitando en este tiempo escuchando todas las voces y recibiendo aquello que puedan
decirnos, acogiendo las críticas con humildad, en clave de conversión y crecimiento. Tenemos que situarnos
más allá de los umbrales en los que estamos para caminar juntos en la búsqueda de la voluntad de Dios para
la Iglesia de Córdoba sabiendo que “la comunidad evangelizadora se mete con obras y gestos en la vida
cotidiana de los demás, achica distancias y asume la vida humana, tocando la carne de Cristo en el pueblo.
La comunidad evangelizadora se dispone así a acompañar a la humanidad en todos sus procesos. ”
Deseamos un salir misionero hacia los sectores más periféricos, animándonos a generar y recrear
Mesas de Encuentro y Escucha que pueden realizarse en las diversas realidades que están presentes en
nuestros barrios, ya sea en reuniones en alguna vivienda, instituciones o espacio comunitario compartiendo
la Palabra de Dios, si fuese oportuno, y la realidad que vivimos.
2. Objetivos de las Mesas de Encuentro y Escucha
El objetivo de las Mesas de Encuentro y escucha es realizar un ejercicio comunitario de escucha atenta,
en un clima fraterno y sereno. La fe se interesa por las problemáticas de la vida cotidiana y del ejercicio
responsable de la ciudadanía. Nadie está ajeno a la realidad.
El debate de algunas problemáticas que más afectan nuestros contextos, vistos desde la perspectiva del
discernimiento y la corresponsabilidad común ayudar a descubrir cómo el anuncio del Evangelio debe seguir
impregnando nuestra construcción de cultura.
Es por eso que nuestra preparación al XI Sínodo de la Iglesia de Córdoba desea que todos puedan aportar
sus experiencias e impresiones.
3. Actitudes a tener en la Mesa de Escucha y Encuentro
Tenemos que escucharnos, recibirnos, valorarnos, haciendo de nuestra parte una autocrítica humilde,
generando esperanzas y compartiendo el gusto por reconocernos caminando juntos.