José fue el esposo de María, padre
putativo de Jesús y un trabajador humilde y honesto y, por tanto, conocido por
ser el Santo patrono de los trabajadores. Debido a esto, la Iglesia le celebra una segunda fiesta el 1 de
mayo, como el día de San José Obrero.
San José, que, siendo un humilde carpintero
de Nazaret, proveyó con su esfuerzo y trabajo a las necesidades de Jesús y
María, e inició al Hijo de Dios, a trabajar entre los hombres.