LA MEMORIA EN LAS
NUBES O EL “EFECTO GOOGLE”
¿Qué es el efecto Google?
Utilizar
Internet como banco de datos se conoce como efecto
Google. Es la tendencia a no guardar en la memoria información que podemos
encontrar fácilmente en internet
Recurrir constantemente a buscadores para conocer
cualquier información que no logramos recordar es muy práctico, pero corremos
el riesgo de volver nuestro cerebro más cómodo, o al menos reducimos el
esfuerzo para recordar. Dejamos cada vez más datos en manos de estos
dispositivos (o en sus nubes); las nuevas tecnologías hacen que nuestro cerebro
funcione de otra forma, pero, ¿se
produce así un deterioro cognitivo?
La
neurociencia habla del “efecto Google”:
Si
uno evalúa las funciones cognitivas en forma aislada, puede decir que el
impacto es positivo o negativo. Por ejemplo, si analizo el efecto de los
buscadores de Internet puedo afirmar que alteran de alguna manera nuestro
cerebro, ya que la memoria
episódica se vuelve menos efectiva que antes. Se trata de un
sistema de memoria explícita y declarativa que se utiliza para recordar
experiencias personales enmarcadas en nuestro propio contexto, como es el hecho
de recordar números de teléfonos; hace unos años nos sabíamos el de los más
allegado, actualmente, no nos sabemos ni el propio.
Pero
si se analiza a nivel global, sin duda se trata de un impacto positivo, porque
este alejamiento de la memorización en última instancia puede ayudar a la gente
a mejorar su comprensión, porque la memoria es mucho más que la memorización, y
el Efecto Google nos
permite liberar más espacio en nuestros cerebros para orientarlo más al
procesamiento de información”.
Como
indica el Prof. Dr. Ricardo Allegri, jefe de Neurología Cognitiva de Fleni e
investigador independiente del Conicet: las nuevas
tecnologías cambian paradigmas. Está claro que
nosotros aprendimos memorizando datos y cuanto más dato reteníamos, mejor era
tu valoración. Pero ese sistema educativo está obsoleto. Acumular información
cuando es accesible no es importante para el cerebro.
Si
bien puede verse como detrimento para el ejercicio de la memoria, se desarrollan
otras áreas como la creatividad y asociación rápida, y la posibilidad de realizar
lecturas simultáneas. El acceso instantáneo a la información variada permite la
comparación, la asociación de ideas. Además, estimula la flexibilidad cognitiva
mediante la utilización de juegos y programas informáticos.
El
cerebro tiene muchas funciones, una es la memoria. Si bien ésta es la que
parece descansar en
el nuevo escenario, otras como la rapidez visual y motora, la deducción, la
concentración y la atención utilizadas en Internet son propiciadas como una
forma de gimnasia cerebral”.
De
esta manera, las formas de procesamiento que eran habituales en generaciones
anteriores se alteran; es decir, si en el pasado el procesamiento de la
información era más lineal, actualmente es en paralelo. Por eso una persona
puede mantener al mismo tiempo varias conversaciones a través de Twitter,
SMS y chat, sin inconvenientes”.
Según la ciencia, los buscadores tipo Google funcionan
como una especie de memoria externa, y eso hace que nuestro cerebro pierda capacidad para almacenar información y volverla a recuperar.
“Estamos
ante un problema si la actividad que antes tenía el cerebro ahora se la
delegamos a los aparatos, dejando al órgano inactivo. Pero si descargo parte de
mi memoria en Internet para
poder usar mis capacidades para interactuar y procesar diversas informaciones,
entonces el efecto es positivo.
El uso
significativo de la información en la red:
Antes
teníamos una capacidad mucho más limitada para ubicar y manejar información.
Ahora tenemos más acceso y mayor capacidad para procesar y relacionar mucha
información. Definitivamente, no es que el cerebro deja de trabajar, sino que
lo hace de otra manera”.
Por esto, un eje central de la
educación, es promover en los alumnos las habilidades necesarias para que
realicen búsquedas pertinentes, reflexivas y críticas acordes a las necesidades
u objetivos pedagógicos, sociales o culturales que se planteen.
Es inmenso el universo
bibliográfico al que se puede acceder mediante la Web, pero la información
aparece desordenada y fragmentada. Es mucha la información a la que podemos
acceder, pero otra cosa es el conocimiento construido en base a ella. Es decir,
los datos por sí mismos, no son capaces de generar conocimientos, “si el
pensamiento humano no realiza procesos de asimilación, integración y
transformación” de estos datos.
Este escenario, es
particularmente conveniente, para enseñar al estudiante a desarrollar competencias
en la búsqueda y organización de la información; y es fundamental diseñar
actividades estratégicas que no se limiten al “copy paste”, a fin de activar
procesos cognitivos y potenciar el aprendizaje.
En síntesis, siempre insistimos en que la tecnología no es en sí ni buena ni mala. Lo positivo
o negativo es el uso que hacemos de ella.
Nuestro cerebro no se volverá más 'tonto' por “Googlear”, lo
importante es que sigamos entrenando la mente. La lectura, el aprendizaje
continuo, aprender un idioma, tocar un instrumento, o actividades tan
satisfactorias como ir al cine, a un museo o charlas con los amigos, previene
el declive cognitivo y contribuye a reducir el riesgo de enfermedades graves
como el alzhéimer.
Prof. Alejandra Farneti y
María José Barciocco
: FUENTE DE INFORMACIÓN:
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https://www.cuerpomente.com/psicologia/cerebro/efecto-google-tecnologia-cerebro_1865
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https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2017-06-06/el-efecto-google_1394245/
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https://www.investigacionyciencia.es/revistas/mente-y-cerebro/psiquiatra-personalizada-558/el-efecto-google-9072 https://blogs.imf-formacion.com/blog/corporativo/neuropsicologia/efecto-google-cerebro/
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https://www.muyinteresante.es/tecnologia/articulo/el-qefecto-googleq-reduce-la-memoria