Compartimos lo producido por nuestras profesoras María José Barciocco y Alejandra Farneti, especialistas en Nuevas Tecnologías.
TECNOADICCIONES: ¿Qué son y cómo detectarlas?
Las nuevas
tecnologías son parte de nuestro día a día. Usamos las redes sociales,
compramos a través de Internet, gestionamos nuestras cuentas bancarias on-line,
trabajamos y estudiamos a distancia, y nos entretenemos. Lo hacen mayores y
pequeños.
Sin embargo,
cuando esto se lleva a cabo con demasiada frecuencia y
con cierta ansiedad y deseo, nos encontramos ante los nuevos síndromes que han surgido con la “Era
Digital”: las tecnoadicciones.
La tecnoadicción es el deseo incontrolable
de estar conectado a las TIC a todas horas, y un comportamiento que puede
causar malestar y un deterioro en la vida del individuo. Es un fenómeno
relativamente nuevo, que suele describirse como la incapacidad de controlar el
uso de diversos tipos de tecnología, en particular internet, los smartphones,
tabletas y redes sociales, como, por ejemplo: Facebook, Twitter e Instagram.
La necesidad de estar conectado constantemente es uno
de los síntomas que presentan los individuos que padecen estos novedosos
trastornos. Se trata de una relación de dependencia que pasa por el miedo a no tener Wifi, datos de navegación o batería en
los dispositivos electrónicos.
Algunos
expertos han catalogado a este problema como un trastorno por sus consecuencias
negativas y el impacto que puede tener la vida de una persona. Es una problemática que ha despertado mucho
interés entre los profesionales de la salud desde la década de 1990, y desde 1995
existen Instituciones de salud para las tecnoadicciones
El trastorno de adicción a Internet (internet
addiction disorder, IAD) es una
patología que deriva de su uso abusivo hasta tal punto que interfiere en la
vida diaria de las personas. A su vez se pueden mencionar patologías
particulares de acuerdo al dispositivo o herramienta digital utilizada.
Una de las
tecnoadicciones más comunes es el Síndrome FOMO.
“FOMO” es el acrónimo de “fear of missing out” y
hace referencia al miedo a perderse cualquier cosa que se publique en las redes
sociales. El síndrome FOMO está reconocido como una patología psicológica que se produce por el miedo
a quedarse fuera del mundo tecnológico. Esto, lleva a que los individuos
sientan una necesidad ansiosa de estar conectados a
todas horas a Internet.
Otra de las
tecnoadicciones más comunes es la nomofobia,
que proviene de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia” y
consiste en sentir un miedo irracional
a salir de casa sin el teléfono móvil. Esta dependencia genera
una infundada sensación de incomunicación en el usuario cuando este no puede
disponer de su dispositivo electrónico, bien porque lo haya dejado olvidado en
casa, bien porque se haya agotado su batería o esté fuera de cobertura.
Los síntomas comunes
son los siguientes: la persona (niño, adolescente, adulto) …
-
Tiene la necesidad de comprobar de forma compulsiva los mensajes de
texto y chats.
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Cada vez necesita estar conectado durante más tiempo para sentirse
satisfecha.
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Se siente deprimida, nerviosa o enfadada y sólo se le pasa cuando se
conecta a Internet.
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Puede manifestar trastornos del sueño o ansiedad, taquicardias, dolor
de cabeza o de estómago cuando no tiene a su alcance la tecnología, pero
también cuando se la utiliza demasiadas horas.
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Tiene pensamientos obsesivos. Pasa mucho tiempo pensando en cuándo se
podrá conectar de nuevo.
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No consigue controlar el tiempo o la frecuencia que pasa conectada.
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Deja de lado actividades u obligaciones por estar conectada.
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Prefiere las cíber-relaciones a las relaciones personales.
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Miente en relación al tiempo y la frecuencia con la que se conecta.
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Puede descuidar la salud y hasta la higiene personal por estar
permanentemente conectada a Internet (sobre todo con los videojuegos).
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En casos extremos pude manifestar conductas agresivas cuando está
privado de la conexión.
Para desarrollar una buena Salud
Digital y prevenir una posible adicción hacia las TIC, así como otro
tipo de problemas asociados, es importante tener en cuenta una serie de
recomendaciones, principalmente en el uso por parte de menores.
-
Limitar el tiempo que los más pequeños dedican a las TIC. Es muy
importante establecer lugares, momentos y tiempos para utilizarlas.
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Fomentar el uso de las TIC con un objetivo específico, y no para “pasar
el rato”.
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Siempre debe ser supervisado por un adulto y se hará de una forma más o
menos intensa dependiendo de la edad del menor. Se recomienda que la supervisión sea
totalmente presencial al menos hasta los 12 años de edad.
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Hay que evitar el uso del ordenador, del móvil, de la tablet o de los
videojuegos como forma de rellenar tiempos muertos. Para ello es fundamental
ayudar al menor a planificar su tiempo libre, fomentar la práctica de otras
actividades.
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Es importante que los más pequeños utilicen las TIC en un lugar común
de la casa, de modo que evitemos el aislamiento en su cuarto.
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Es necesario retirar las herramientas en horario de sueño.
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Hay que procurar que las actividades que implican a las TIC se realicen
siempre y cuando hayan cumplido previamente con sus responsabilidades.
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A veces es importante que el adulto comparta tiempo cuando el menor
está conectado. Navegar con ellos, jugar de vez en cuando a sus juegos
preferidos. De esta forma se facilita y se mejora la comunicación en el entorno
familiar.
Si aún con todo notamos que el menor está manteniendo un uso inadecuado
y/o abusivo de las TIC durante un período significativo de tiempo, se puede
decir que ya ha instaurado este hábito y, como tal, tiene que desaprenderlo.
No se trata de prohibirle que use las TIC, sino que aprenda a usarlas
de forma controlada y segura. Deberá sustituir los hábitos inadecuados por
otros más positivos que le permitan aprovechar todas las oportunidades que le
ofrece la tecnología.
Si el problema persiste o intensifica, será necesario consultar a
profesionales especialistas.
La educación es básica para prevenir este tipo de
patologías asociadas al uso de las nuevas tecnologías
Pese a que
los adultos también pueden sufrir este trastorno, son los niños y
jóvenes los que tienen más probabilidad de sufrir problemas como consecuencia
de la dependencia a las nuevas tecnologías, pues pasan muchas horas
conectados y desarrollan su identidad en las redes sociales. Son los
"nativos digitales"; personas que han vivido desde su nacimiento
rodeados de tecnologías de este tipo.
El problema no es la tecnología, sino su mal uso. A este respecto, la prevención en el
ámbito familiar y en la escuela es el elemento clave.
Internet ha llegado para quedarse, lo ha revolucionado todo, también la
salud de las personas y tocará hacer frente a los problemas que genere.
Si las
dejamos, las nuevas tecnologías afectan a nuestra vida cotidiana, las
relaciones interpersonales, el desempeño académico o laboral.
Su abordaje es uno de los retos a los que tendrán que hacer frente las
familias, los departamentos de Sanidad y los sistemas educativos.
: FUENTE DE INFORMACIÓN:
https://www.engenerico.com/tecnoadicciones-que-son-y-como-detectarlas/
https://psicologiaymente.com/clinica/tecnoadiccion
https://www.iepp.es/tecnoadiccion/