Hoy, queremos saludar muy especialmente a
Laura, porque al estilo de Jesús, acompaña y abraza la fragilidad, tendiendo
una mano para que otros puedan ponerse de pié.
Muchas
gracias por tu incansable trabajo con nuestros niños y adolescentes.
¡Qué
nuestra Madre del Huerto de colme de Bendiciones!