El 17 de mayo fue declarado como el “Día Mundial del Reciclaje” por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), instalando el concepto de las “3R”, reducir, reutilizar y reciclar, como eje para promover la enseñanza del cuidado del medio ambiente.

Este día fue pensado con el objetivo de tomar conciencia de que somos responsables de la cantidad de residuos que generamos y de la importancia que tiene tratar los desechos correctamente para proteger el ambiente.

Para ello tenemos que convertirnos en consumidores responsables, reducir al máximo los volúmenes diarios generados, fomentar la reutilización de los residuos inorgánicos (secos) y promover la diferenciación para su posterior reciclado. Todo ello, en post de lograr cambios de hábitos y costumbres y así hacer un uso responsable de los recursos naturales para poder sostenerlos en el tiempo.

Reciclar es una manera de ahorrar energía, prolongar la vida útil de los productos y de disminuir la contaminación.  

El reciclaje es la transformación objetos habituales de cartón, papel, lata, vidrio, plásticos y residuos orgánicos, en materias primas que se puedan reutilizar. Al proceso necesario para disponer de estas partes o elementos, y prepararlos para su nueva utilización, se le conoce con el nombre de reciclaje. 

Existen diversas formas de representar el símbolo de reciclaje. El más conocido es el llamado círculo de Möbius, también conocido como anillo de Möbius o cadena de reciclaje. Nació por medio de un concurso de diseño entre estudiantes estadounidenses, organizado por la Container Corporation of América para obtener el mejor logo de reciclaje en contenedores, allá por el año 1970.

Este símbolo es una representación gráfica de las principales fases o procesos del reciclaje en sí.

La regla de las tres erres:

• Reducir: Elegir los productos que tengan menos envoltorios, sobre todo los que utilicen materiales reciclables, y emplear menos bolsas de plástico para la compra. El consumo de energía también es muy importante, por eso hay que apagar los electrodomésticos que no se estén usando. 

• Reutilizar: Cuantos más objetos volvamos a utilizar, menos basura produciremos y menos recursos tendremos que emplear. Volver a usar un objeto para el fin con el que se creó. El mejor ejemplo serían las botellas de vidrio retornables. 

• Reciclar: Obtener, a partir distintos elementos, los materiales de los que están hechos para volver a utilizarlos en la fabricación de productos parecidos. El papel, el cartón, el vidrio y los restos de comida pueden reciclarse sin problema. Para esto, hay que separar cada residuo en diferentes contenedores como los que ya tenemos en las calles. 

 En la escuela, trabajo o comunidad podemos iniciar acciones concretas para mejorar el entorno. Para lograrlo necesitamos cambiar conductas y tomar decisiones basadas en el cuidado y protección del ambiente y consecuentemente mejorar la calidad de vida de todos los seres vivos del planeta.

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