5 de octubre
Santa Faustina
Kowalska.
Apóstol de la DIVINA MISERICORDIA
Santa
Faustina nació en la aldea de Glogoviec, en Swinice Varckie, Polonia, el 25 de
agosto de 1905. Fue bautizada dos días después con el nombre de Elena Kowalska,
en la Iglesia de San Casimiro. Sus padres tuvieron 8 hijos (Elena es la
tercera), a quienes criaron con mucha disciplina, siendo gran ejemplo de vida
espiritual. A muy temprana edad, Elena fue llamada a hablar con el cielo. Una
indicación de este hecho fue un sueño que ella tuvo a la edad de 5 años. Su
madre recuerda que en esa época Elena dijo a su familia. “Yo estuve caminando
de la mano de la Madre de Dios en un jardín precioso”. Muchas veces, aún antes
de los siete años, la niña se despertaba durante la noche y se sentaba en la
cama. Su mamá veía que estaba rezando, y le decía que regresara a dormir o
terminaría perdiendo la cabeza. “Oh, no madre”, Elena le contestaba, “mi ángel
guardián me debe haber despertado para rezar.”
Elena
tenía aproximadamente 9 años cuando se preparó para recibir los sacramentos de
la Confesión y la Comunión en la Iglesia de San Casimiro. Su madre recuerda que
antes de dejar la casa en el día de su Primera Comunión, Elena besó las manos
de sus padres para demostrar su pena por haberles ofendido. Desde aquél
entonces, se confesaba todas las semanas; cada vez rogaba a sus padres perdón,
besándoles las manos, siguiendo una costumbre polaca. Esto lo hacía a pesar de
que sus hermanos y hermanas no le imitaban.
Sor Faustina abandona la escuela después de casi
tres años y comienza a trabajar como doméstica en la casa de algunas familias
adineradas para poder mantener y ayudar a su familia. A los 20 años madura
definitivamente la elección de la vida religiosa, impulsada por una visión de
Cristo sufriente que le dice: “¿Cuánto tiempo te deberé soportar aún? ¿Hasta
cuándo me engañarás?”
El 10 de agosto de 1925 entra en el Convento de las
Monjas de la Beata Virgen María de la Misericordia, en Varsovia, y elige el
nombre de Sor María Faustina. Pasa trece años de vida religiosa en el
interior de varios conventos de la congregación, trabajando como cocinera,
jardinera y portera. Trabajos realizados con dedicación y humildad y con una
actitud de confidencialidad y disponibilidad. Abundantes son las gracias que el
Señor le dona, de las cuales los estigmas son la señal visible más evidente.
Numerosas, también, las revelaciones y las visiones que, como le sugirieron sus
padres confesores, la santa anota en su diario, hoy traducido en numerosos
idiomas. Muere con tan sólo 33 años, el 5 de octubre de 1938, en Cracovia,
consumida por la tuberculosis.
La secretaria de la Divina Misericordia
El 22 de febrero de 1931 anota en su diario:
“Estando en mi celda vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca: una mano
levantada para bendecir, mientras la otra tocaba su pecho la túnica ligeramente
entreabierta que dejaba salir los dos grandes rayos, uno rojo y otro pálido
(…). Un instante después, Jesús me dice: “Pinta una imagen según el modelo que
ves, y que debajo esté escrito: Jesús, confío en ti. Deseo que esta imagen sea
venerada primero en vuestra capilla, y después en el mundo entero. Prometo que
el alma que venere esta imagen no perecerá… porque yo mismo la defenderé como
mi propia gloria” (D. 47-48).
La imagen es pintada y tiene una gran difusión,
junto a otras nuevas formas de culto de la Divina Misericordia que Jesús mismo
pide a Sor Faustina de divulgar: la fiesta de la Divina Misericordia en el
primer domingo después de Pascua, la Coronilla de la Divina Misericordia y la
oración a la hora de la Misericordia (15:00).
A la humilde religiosa polaca, que amaba llamar
secretaria de mi misterio más profundo, Jesús encomienda su mensaje de amor
para cada hombre: “En el Antiguo Testamento enviaba a los profetas con truenos
a mi pueblo. Hoy te envío a ti a toda la humanidad con mi Misericordia. No
quiero castigar a la humanidad que sufre, pero quiero sanarla y sostenerla en
mi corazón misericordioso” (D. 522).
La devoción a Jesús misericordioso conoce una rápida
difusión en Polonia inmediatamente después de la muerte de Sor Faustina. En los
años sesenta, el entonces arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla, promueve el
proceso informativo relativo a su vida y a sus virtudes. Ya siendo Papa, Juan
Pablo II la proclama Beata el 18 de abril de 1993 y santa el 30 de abril del
2000, anunciando, en esta misma fecha, la institución del Domingo de la Divina
Misericordia. Fue precisamente en la vigilia de esta fiesta, el 2 de abril de
2005, cuando el Papa polaco alcanzó la casa del Padre.
https://www.aciprensa.com/recursos/santa-faustina-kowalska-2121
https://www.vaticannews.va/es/santos/10/05/s--faustina-kowalska.html