El primero que llamó a la Virgen María con
el título de "Auxiliadora" fue San Juan Crisóstomo, en Constantinopla
en al año 345, él dice: " Tú, María, eres
auxilio potentísimo de Dios".
San
Sabas en el año 532 narra que en oriente había una imagen de la Virgen que era
llamada "Auxiliadora de los enfermos", porque junto a ella se obraban
muchas curaciones.
San
Juan Damasceno en el año 749 fue el primero en propagar la jaculatoria:
"María Auxiliadora, rogad por nosotros". Y repite: la virgen es
"auxiliadora para evitar males y peligros y auxiliadora para conseguir la
salvación".
En
1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser
honrada con el título de "Auxiliadora", y le señala el sitio para que
le construya en Turín, Italia, un templo.
Empezó la obra del templo con sus tres
monedas de veinte centavos cada una, pero fueron tantos y tan grande los
milagros que María Auxiliadora empezó a obtener a favor de sus devotos, que en
sólo cuatro años estuvo terminada la Gran Basílica. El Santo solía decir:
" Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima
Virgen", desde aquel Santuario comienza a extenderse por el mundo la
devoción a María bajo el título de Auxiliadora de los Cristianos.