4 DE SEPTIEMBRE:
BEATIFICACIÓN DE FRAY
MAMERTO DE LA ASCENSIÓN ESQUIÚ
En Piedra Blanca, Catamarca, el 11 de mayo de 1826, nace el niño Mamerto de la Ascensión Esquiú.
Mamerto, en calidad de aspirante a
la Orden, contando apenas con 10 años, entró al convento franciscano de
Catamarca.
Entró en 1841 ingresó al noviciado
entre los Frailes Menores de la Provincia de la Asunción en Argentina. El 15 de
mayo de 1849 celebró su primera Misa. Como sacerdote se distinguió
particularmente en la predicación, ministerio por el cual fue apreciado no sólo
en los ambientes eclesiales sino también en los políticos.
En 1853, al pronunciar el sermón
sobre la Constitución Nacional, pidiendo por la paz y la unión de los
argentinos, se hace conocido en casi todos los ámbitos de la Nación.
Sus llamamientos a la paz, a la
hermandad y a la colaboración civil contribuyeron a crear el clima
socio-cultural para el nacimiento del nuevo Estado Federal Argentino.
En espíritu de servicio y
evangelización, entre 1855 y 1862, el padre Esquiú aceptó también desempeñar un
papel político activo, como diputado y miembro del Consejo de Gobierno de
Catamarca.
Deseoso de volver a la vida
franciscana regular, obtuvo el traslado en 1862 a un convento de misiones en
Tarija, Bolivia, como misionero apostólico, con el propósito de llevar una vida
más austera y oculta.
En 1870 fue propuesto a la sede
episcopal de Buenos Aires, pero se consideró indigno y, por tanto, se alejó del
país peregrinando a Tierra Santa, a Roma y a Asís.
En 1877 peregrinó a Tierra Santa.
En Jerusalén desea permanecer hasta el fin de sus días, sin embargo, la
obediencia lo regresa a su patria con el mandato de cooperar en el
restablecimiento de la vida regular entre los religiosos.
En 1879 rechaza nuevamente el
nombramiento como Obispo de Córdoba, pero el Sr. Nuncio le dice: “Es voluntad
del Santo Padre que Ud. sea Obispo de Córdoba”, a lo que Fray Mamerto responde:
“Si el Papa lo quiere, Dios lo quiere y acepta. Así se convierte en pastor y
padre solícito de esta diócesis mediterránea.
Fue consagrado el 12 de diciembre
de 1880, y Córdoba luego de tres años vuelve a tener cabeza espiritual. Fue
caritativo y generoso ante toda necesidad, celoso en su ministerio, manso y
humilde en su expresión, pobre al máximo y sacrificado, se impone realmente por
la práctica de las virtudes, proponiendo la santidad como corazón de la
vida sacerdotal y del compromiso cristiano. El fundamento de su
extraordinaria actividad pastoral fue la intensa vida de oración y de unión a
Cristo.
Predicó en casi todas las iglesias
y capillas de Córdoba, dio ejercicios espirituales en varios lugares; y los
monasterios, hospitales y cárceles fueron testigos del paso y de la voz
del infatigable Obispo. Creó el Taller de la Sagrada Familia, lugar de trabajo
para las mujeres sin recurso, y llevó a cabo diversas obras de esta índole en
estrecha colaboración con los párrocos. El Seminario de Córdoba se vio
enriquecido por la labor promotora de Fray Mamerto con el restablecimiento de
los estudios teológicos.
Su segundo año de Episcopado fue
como “campesino” yendo de pueblo en pueblo, recorriendo la campaña. Río Cuarto,
Río Segundo, Tulumba, Jesús María, Bell-Ville entre otros, fueron testigos de
la presencia paternal de Fray Mamerto, quien no solo administraba los
sacramentos, sino que dedicaba gran parte de su tiempo a escuchar a sus fieles.
Marcado por las fatigas apostólicas
muere en plena actividad de celoso Pastor, en la posta de “El Suncho,
Catamarca, el 10 de enero de 1883.
Fue declarado Venerable en 2006. El
milagro propuesto para la beatificación se produjo en la diócesis de Tucumán,
en Argentina, en el año 2016 en favor de una recién nacida con osteomielitis
femoral grave.
El 18 de junio de 2020 el Papa
Francisco promulgó el Decreto sobre el milagro atribuido a la intercesión del
Venerable Siervo de Dios Mamerto Esquiú. Dicho decreto posibilita la Beatificación de fray Mamerto Esquiú.
Fuente: https://fraymamertoesquiu.org.ar/biografia/
Actos centrales por la
Beatificación
El Papa Francisco nombró al
Cardenal Luis Héctor Villalba, arzobispo emérito de Tucumán, como su
representante para que presida el Rito de Beatificación. Se trata de un prelado
de gran trayectoria en la Iglesia en Argentina.
En cuanto a las
actividades y celebraciones previstas en torno a la beatificación, los obispos
de Catamarca y Córdoba han organizado las actividades.
En la iglesia San
Francisco de Catamarca, en el lugar donde se bendecirá un altar en honor a
Esquiú. En Córdoba, el domingo 5 a las 18, tendrá lugar en la catedral la
misa en acción de gracias por la beatificación. Allí descansan los restos
de fray Mamerto Esquiú, y se erigirá un altar en su honor.
A quienes deseen ser
partícipes desde sus hogares de las celebraciones que se desarrollarán en
Catamarca y en Córdoba, se los invita a ingresar a la página web de la Diócesis
de Catamarca, donde encontrarán la información sobre los medios de comunicación
digitales, radiales y televisivos.
Fuente: AICA