15 DE OCTUBRE: DÍA
DE LA MADRE
SALUDO A TODAS LAS
MADRES
En
el día de la madre, nuestro saludo afectuoso a todas las madres en su día.
Compartimos un fragmento de la Carta a las Mujeres, de nuestro Santo, San Juan
Pablo II, en la que agradece a todas las mujeres, su presencia insustituible
como madre y mujer, a imagen de María, nuestra Madre amorosa.
¡Feliz día!
“Dar
gracias al Señor por su designio sobre la vocación y la misión de la mujer en
el mundo se convierte en un agradecimiento concreto y directo a las mujeres, a
cada mujer, por lo que representan en la vida de la humanidad.
Te
doy gracias, mujer-madre, que te conviertes en seno del ser humano con la
alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace
sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros
pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de
la vida.
Te
doy gracias, mujer-esposa, que unes irrevocablemente tu destino al de un
hombre, mediante una relación de recíproca entrega, al servicio de la comunión
y de la vida.
Te
doy gracias, mujer-hija y mujer-hermana, que aportas al núcleo familiar y
también al conjunto de la vida social las riquezas de tu sensibilidad,
intuición, generosidad y constancia.
Te
doy gracias, mujer-trabajadora, que participas en todos los ámbitos de la
vida social, económica, cultural, artística y política, mediante la
indispensable aportación que das a la elaboración de una cultura capaz de
conciliar razón y sentimiento, a una concepción de la vida siempre abierta al
sentido del « misterio », a la edificación de estructuras económicas y
políticas más ricas de humanidad.
Te
doy gracias, mujer-consagrada, que a ejemplo de la más grande de las
mujeres, la Madre de Cristo, Verbo encarnado, te abres con docilidad y
fidelidad al amor de Dios, ayudando a la Iglesia y a toda la humanidad a vivir
para Dios una respuesta « esponsal », que expresa maravillosamente la comunión
que El quiere establecer con su criatura.
Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser
mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del
mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas”[1].
[1] PP.San Juan Pablo II. Vaticano, 29 de junio, solemnidad de los
santos Pedro y Pablo, del año 1995.