El Santo Rosario es la
oración privilegiada para elevar a Dios nuestras Oraciones por intercesión de
la Santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra.
Oración por la vida (San Juan Pablo II. 25 de marzo de 1995)
María, aurora del mundo
nuevo, Madre de los vivientes, a Ti confiamos la causa de la vida: mira, Madre,
el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se
hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de
ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta
piedad. Haz que quienes creemos en tu Hijo sepamos anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida. Alcánzanos la gracia
de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda nuestra existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita
constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la
civilización de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y
amante de la vida. Amén.
María que abrazas la vida
con ternura y misericordia. RUEGA POR NOSOTROS Y POR EL MUNDO ENTERO. (3 veces)
María, Reina de la Paz. Ruega por nosotros y por el mundo entero. (3 veces). Nuestra
Señora de la Anunciación. Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.