21 de noviembre
Solemnidad de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO
Es una de las
fiestas más importantes del calendario litúrgico, porque celebramos que Cristo
es el Rey del Universo. Con esta fiesta concluye el año litúrgico resaltando
la importancia de Cristo como centro de toda la historia universal. Es el alfa
y el omega, el principio y el fin. Cristo reina en las personas con su
mensaje de amor, justicia y servicio. El Reino de
Cristo es eterno y universal, es decir, para siempre y para todos los hombres.
Sabemos que el Reino de Cristo ya ha comenzado, pues se hizo presente en la
tierra a partir de su venida al mundo hace más de dos mil años, pero Cristo no
reinará definitivamente sobre todos los hombres hasta que vuelva al mundo con
toda su gloria al final de los tiempos, en la Parusía.
En la fiesta de Cristo Rey celebramos que Cristo puede empezar a reinar en
nuestros corazones en el momento en que nosotros se lo permitamos, y así el
Reino de Dios puede hacerse presente en nuestra vida. De esta forma vamos
instaurando desde ahora el Reino de Cristo en nosotros mismos y en nuestros
hogares, empresas y ambiente.
La lectura y reflexión del Evangelio, la oración personal y los sacramentos son
medios para conocer a Cristo y de los que se reciben gracias que van abriendo
nuestros corazones a su amor. Acerquémonos a la Eucaristía, Dios mismo, para
recibir de su abundancia. Oremos con profundidad escuchando a Cristo que nos
habla.