jueves, 1 de octubre de 2015


MARIA, REINA Y MADRE DE LA MISERICORDIA

MARÍA, REINA Y MADRE

DE LA MISERICORDIA

María es Madre de la misericordia desde el misterio de la Encarnación, la gran misericordia del Verbo que se hace hombre al calor del corazón de María por obra del Espíritu Santo.

 

María es Madre de Misericordia proyectando su amor sobre Cristo en la cruz con ternura de madre.

 Lo sigue proyectando sobre la Iglesia, Cuerpo de Cristo y por lo tanto, sobre nosotros, pecadores.

 María es camino del perdón. Por eso, nos conduce al Confesionario, a la Eucaristía...

 

El Rosario es camino de oración para alcanzar la misericordia de Cristo y experimentar el amor misericordioso de la Madre.

 En María triunfa la Misericordia. Por eso, es privilegiadamente asunta al Cielo en cuerpo y alma, y coronada Reina y Madre de Misericordia.

 María es Madre del perdón en el amor, y del amor en el perdón.

Nos acogemos a la misericordia maternal de María en nuestra debilidad, con el Rosario en el corazón, en los labios y en las manos. El Rosario marca el camino de la misericordia y lo aplica. Recemos el Rosario.

 

SAN ANTONIO MARÍA GIANELLI DEJÓ ESCRITO:

 

ü  Reina de la divina misericordia, imagen de la gran bondad de Dios, Madre providente mediadora  entre nosotros y su divino Hijo…

ü  María es la obra de la divina bondad; imagen que nos refleja los rayos purísimos y suaves de la divina misericordia…

ü  María es una tierna madre que a todos, verdaderamente a todos, abre el seno de una inmensa caridad y misericordia, por medio de la cual, hecha toda para todos, invita a todos a aprovechar de la plenitud de gracia que Dios depositó en ella…

ü  María une a un tierno corazón misericordioso, un sumo poder por medio del cual todo lo puede ante Dios.

ü  María fue elegida para ser instrumento de misericordia y vino entre nosotros como anuncio feliz de misericordia

ü  María inspiró siempre misericordia a todos y después de haber sido el más grande instrumento de misericordia, está sentada en el cielo como Madre de misericordia para con nosotros…

 

EL PAPA FRANCISCO ESCRIBIÓ:

 

»          “ Al pie de la cruz, María junto con Juan, el discípulo del amor, es testigo de las palabras de perdón que salen de la boca de Jesús.

»          El perdón supremo ofrecido a quien lo ha crucificado nos muestra hasta dónde puede llegar la misericordia de Dios.

»          María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce límites y alcanza a todos sin excluir ninguno.

»          Dirijamos a ella la antigua y siempre nueva oración de la Salve Regina, para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia, su Hijo Jesús”.




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